Lunes, 18 mayo 2020 | Brenda Rodríguez López
El teletrabajo plantea una serie de desafíos técnicos y formales, pero quizás uno de los retos más difíciles de alcanzar tenga un componente emocional: conseguir que los empleados que trabajen bajo esa modalidad se sientan realmente ligados a la empresa. El sentimiento de pertenencia es muy difícil de estimular cuando los empleados no visitan la oficina con regularidad, solo en contadas ocasiones para gestionar trámites muy concretos. Incluso cuando los teletrabajadores acuden a la sede física con mayor frecuencia, pueden sentirse distanciados del resto del equipo y, en consecuencia, distanciados de la empresa. Hay también equipos conformados exclusivamente por profesionales que trabajan a distancia o líderes que debido a su posición o circunstancias específicas se ven obligados a dirigir su equipo de forma remota. En estos casos, las personas pueden sentirse incluso más alejadas de las organizaciones y de los objetivos que persiguen. ¿Cómo dar la vuelta a esta situación? ¿Cómo impulsar el sentimiento de pertenencia a distancia?
Jack Dorsey, cofundador y consejero delegado de Twitter, envió recientemente un correo a sus empleados comunicándoles que, salvo en casos muy concretos, los empleados de la compañía podrán trabajar desde casa para siempre. Y es que la situación creada a raíz de expansión del COVID-19 ha empujado a muchas empresas a apostar definitivamente por el teletrabajo. No serán pocas las empresas que, como Twitter, revisen su metodología de trabajo como consecuencia del periodo de confinamiento. De hecho, el estudio El Teletrabajo en España elaborado por el Banco de España recoge que el 30,6% de los empleos actuales podría desarrollarse desde casa, un 60% en el caso de las ocupaciones cualificadas.
Si el nuevo escenario laboral va a verse alterado de alguna manera por esta tendencia en ascenso, es importante que los futuros líderes se vayan preparando para gestionar equipos cada vez más heterogéneos y complejos. Para conseguir dirigirlos exitosamente, será fundamental que estos líderes estimulen el sentido de pertenencia en todos los miembros de sus equipos, sobre todo de aquellos que estén separados geográficamente. ¿Cómo conseguir esto?
Estrechando lazos, desterrando mitos
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La comunicación cara a cara también funciona a distancia
Mantener el contacto a distancia es más fácil que nunca en la era digital: correos, redes sociales, mensajes instantáneos, etc. No obstante, cuando esta es la única vía de contacto, la comunicación puede resentirse. En la medida de lo posible, es aconsejable organizar, aunque sea de forma ocasional, reuniones presenciales. De no ser posible, suplir la falta de ellas con videoconferencias. En estos encuentros, los participantes establecen una comunicación más cercana y directa y pueden observar mejor las reacciones de sus interlocutores, interpretar el contexto y lenguaje no verbal, adoptar un tono más relajado e incluso, cuando sea pertinente, socializar.
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Trabajar más horas no significa trabajar mejor
Según el análisis realizado por NordVPN y recogido por Forbes, la jornada de trabajo se está alargando dos horas más en nuestro país debido a las recién implantadas medidas de teletrabajo. La cultura del presentismo, la compleja conciliación laboral, el miedo a perder el trabajo, el aprendizaje del manejo de nuevas herramientas y la situación de estrés generada por la crisis parecer ser las principales causas de este problema. Eso no quiere decir que lo justifiquen. El teletrabajo no consiste en replicar los fallos del trabajo presencial, de ser así no haría más que desmotivar a los empleados y alejarlos cada vez más de sus empresas. De hecho, la modalidad remota puede resultar realmente ventajosa cuando el trabajo se orienta a objetivos y resultados, llegando a aumentar considerablemente la productividad de los empleados.