Lunes, 18 noviembre 2019 | Redacción CEU
De ellos se dice que están sobradamente preparados, que siempre están conectados, que son exigentes, que les gusta emprender y que buscan continuamente nuevas experiencias. Por ser los "millennials" los primeros usuarios del mundo digital, la mayoría de sectores, entre ellos el financiero, pusieron su mirada en ellos: diseñaron productos hechos a su medida, con altas prestaciones, digitales y dirigidos a satisfacer sus necesidades e intereses particulares. La generación Y parece haber respondido bien a esa cuidada atención, ¿pero qué ocurre con el resto de generaciones? En concreto, el mundo fintech empieza a dar pasos en otras direcciones, por ejemplo, creando aplicaciones dirigidas a un público que resulta cada vez más atractivo: el de los baby boomers.
Los millennials son considerados la generación más fintech. Principalmente, han sido ellos los que han protagonizado la transición de un modelo bancario tradicional a un modelo que integra un nuevo catálogo de servicios financieros centrados en el universo digital e inspirados en los nuevos avances tecnológicos. Precisamente, como este segmento de la población representa el principal perfil de usuario de las empresas fintech, esta generación es la que parece estar marcando las dinámicas dentro del sector: inmediatez, globalización, personalización, irrupción de las grandes tecnológicas en las finanzas digitales, inclusión financiera, uso de tecnología disruptiva, etc.
La generación fintech
Prácticamente todos los expertos coinciden en destacar que el canal favorito de comunicación de los milénicos es el móvil, en particular, la mensajería instantánea (escrita y por voz). De hecho, en el mundo anglosajón se conoce a los jóvenes como la generation mute (generación muda) debido a su falta de interés en realizar y recibir llamadas. Como cabe esperar, esta tendencia también se ha visto reflejada en el mundo financiero. A los millennials no les gusta acudir a una sucursal bancaria, prefieren realizar todos los trámites a través de sus smartphones, y a ser posible sin tener que llamar en ningún momento por teléfono. Esta preferencia ha sido decisiva para el impulso de las empresas fintech, pero también ha tenido una particular incidencia en las nuevas estrategias desplegadas dentro del sector bancario tradicional.
Por otro lado, los milénicos tienen una mirada económica diferente a la de las generaciones que les precedieron. La crisis económica estalló justo en el momento en que estos jóvenes accedían al mercado laboral, por lo que, lejos de lo que pueda parecer, prestan mucha atención a sus finanzas personales. A su vez, factores como su destreza digital y la búsqueda de la inmediatez los han llevado a mantener una relación cada vez más estrecha con el mundo de las finanzas digitales. En esta relación se perciben ciertas tendencias, por ejemplo, depositan más confianza en las nuevas tecnologías, son proclives a realizar inversiones financieras (siempre que sean a través del teléfono), prestan mucha atención a los ideales que defienden las compañías y al impacto que tiene su inversión en el entorno, etc.