Lunes, 9 marzo 2020 | Redacción CEU
Sean tensas, informales, convencionales u originales, las entrevistas son normalmente el paso previo necesario para conseguir un puesto trabajo. Precisamente porque es algo con lo que suelen estar familiarizados los profesionales, algunos de ellos tienden a subestimar el trabajo que hay detrás de una entrevista, llegando a considerar que esta es una tarea como cualquier otra. Nada más lejos de la realidad, pues de una mala o buena entrevista depende que se cumplan las expectativas en la empresa y con ellas los objetivos que esta persigue. En consecuencia, una entrevista requiere por parte de los empleadores mucho más que la planificación de una serie de preguntas. ¿Qué consejos seguir para realizar una buena entrevista? ¿En qué hay que fijarse para encontrar al candidato ideal?
El candidato ideal es aquel que tiene ganas de trabajar y muestra entusiasmo, que cuenta con el potencial necesario para ayudar a conseguir los objetivos a corto y largo plazo de la compañía y que se adapta y cree en los valores y la cultura de la empresa. ¿Pero existe realmente ese candidato? Claro que sí. Sin embargo, no hay que olvidar que, sin el trabajo previo oportuno, la compañía no logrará encontrar a los mejores aspirantes para una vacante. Antes de llegar al decisivo momento de la entrevista, es necesario desplegar una buena estrategia de reclutamiento: contar con un equipo de trabajo coordinado y efectivo, diseñar planes estratégicos de comunicación y de atracción de talento, anticipar los reclutamientos para evitar tomar decisiones precipitadas, informar a los empleados de la posición vacante, contar con las herramientas adecuadas, etc.
Para ser un buen entrevistador hay que…
Del mismo modo que hay que poner atención en la selección de los aspirantes, también es fundamental ponerla en la selección del entrevistador. La persona encargada de entrevistar al candidato debe ser un profesional que represente adecuadamente los valores de la marca, pues en una entrevista se presenta tanto el candidato ante la empresa como la empresa ante el candidato. A su vez, el entrevistador debe contar con unas buenas habilidades comunicativas que le permitan conducir la entrevista con confianza e interpretar mejor las respuestas y el comportamiento del candidato. También es importante que conozca los entresijos del trabajo en cuestión. Si no es así, siempre puede contar con un colaborador que sí tenga un conocimiento experto de la posición ofertada.
Una vez elegido el entrevistador, ¿qué debe tener este en cuenta?, ¿cómo debe preparar la entrevista?
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Conocer bien quién es el candidato
Muchas veces los entrevistadores se enfrentan al momento de la entrevista sin estudiar antes al candidato, en otras palabras, sin leer su currículum. Este es un error grave. No hay peor carta de presentación para una empresa que parecer poco profesional, y así es como se muestra la compañía cuando el entrevistador que la representa se limita a improvisar. Es más, el currículum no solo sirve para contrastar la experiencia del aspirante, también ofrece pistas interesantes sobre quién realmente es este. Del mismo modo, las redes sociales también pueden constituir un buen recurso para recopilar información sobre el candidato, especialmente Linkedin.
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Fijarse en el lenguaje corporal
Los pequeños detalles ocultan mucha información, por ejemplo, los brazos cruzados, la sonrisa forzada y la tensión corporal no son buenas señales. El lenguaje corporal también sirve para reconocer habilidades blandas y transferibles del candidato como la empatía, la simpatía, la proactividad o las capacidades comunicativas. También son aspectos valorables la puntualidad, la pulcritud en la vestimenta y la cortesía y corrección del candidato. Es importante tener en cuenta que, para desempeñar un buen trabajo como entrevistador, es esencial mantener una escucha activa durante toda la entrevista.