Lunes, 4 marzo 2019 | Redacción CEU
El desarrollo del e-commerce ha trastocado los antiguos parámetros del comercio tradicional. A simple vista, puede parecer que el aspecto más revolucionario de su llegada ha sido una considerable bajada de precios en los productos, pero la venta electrónica ha ido mucho más allá. El e-commerce permite adoptar acciones de valor agregado como la oferta de un servicio diferente, el establecimiento de plazos de entrega más flexibles o la personalización de los pedidos y productos en función de los deseos del cliente. Por supuesto, esto también se refleja en una nueva propuesta logística. ¿Qué diferencias existen entre la gestión de un almacén tradicional y uno que trabaja con e-commerce? ¿A qué retos se enfrentan los profesionales encargados de gestionar estos almacenes? ¿Cómo pueden responder a los desafíos de este nuevo contexto?
CEU IAM Business School celebró recientemente una jornada profesional centrada en el e-commerce y la gestión de almacenes: ¿Cómo elegir un SGA para el e-commerce? Cinco desafíos y cinco soluciones. En este encuentro, César González, consultor SGA en el departamento Reflex Logistics Solutions de Hardis Group, expuso cuáles son los desafíos actuales del comercio electrónico y cómo se pueden enfrentar mediante el uso de un software de gestión de almacenes. Hoy, en este blog, ofrecemos un resumen de las principales conclusiones de este evento.
¿Qué es un SGA?
En el comercio electrónico, la logística juega un papel estratégico pues la experiencia que tenga el cliente depende en gran parte de ella. El especialista de Hardis Group enumera seis aspectos fundamentales en la gestión actual de los almacenes centrados en e-commerce:
- La disponibilidad total de los productos
- La capacidad de manejar un volumen ingente de referencias
- La posibilidad de ofrecer diferentes opciones de entregas
- La rapidez como premisa para conseguir realizar entregas rápidas
- La gestión de unidades
- El trabajo en el área de personalizaciones
Para responder a todos estos aspectos, los profesionales que gestionan este tipo de almacenes cuentan con una herramienta llamada SGA. Se trata de un software de gestión de almacenes que va a permitir acompañar a cada una de las operaciones logísticas dentro de un almacén: recepción, almacenamiento, preparación y carga. También ofrece otras funcionalidades extra como la trazabilidad, la reglamentación y la integración. En otras palabras, un SGA es capaz desde organizar el trabajo en relación a la hora de salida de los camiones hasta indicar qué productos no deben situarse cerca en el almacén por cuestiones de seguridad.
Los cinco desafíos de la logística para e-commerce
1- Los pedidos en e-commerce
González explica que uno de los grandes cambios en los almacenes que trabajan e-commerce es que el pedido mínimo pasa de ser de un palé a un artículo. A su vez, cada pedido es único, tiene una dirección de entrega diferente y una personalización potencial. A esto se le suma la multiciplidad de los pedidos y las salidas y el elevado número de referencias de productos. Este nuevo contexto tiene que reflejarse de forma imperativa en un cambio organizativo en los almacenes, de no ser así, su gestión se vuelve prácticamente inviable. <<La volumetría es lo que hace finalmente inimaginable poder gestionar los pedidos manualmente. Las oportunidades de poder optimizar [los almacenes] con SGA son obvias hoy para la mayor parte de prestadores logísticos y empresas que gestionan procesos de e-commerce>>, señala el consultor de SGA.
Un SGA permite implementar una lógica basada en la reducción de los tiempos y los desplazamientos de los operarios. Estos programas se encargan de procesar todos los pedidos y de organizarlos según su tipología y las diferentes prioridades como los plazos de envío, las condiciones de entrega o el tipo de transporte.
2- Los picos de actividad y los trabajadores temporales
Otro de los fenómenos particulares del e-commerce es el diferente volumen de trabajo según las distintas estaciones y fechas. La actividad aumenta exponencialmente en ocasiones especiales como los "ciberlunes", las Navidades o los periodos de rebajas. El consultor de Hardis Group asegura que, en esos picos de actividad, los almacenes pueden llegar a pasar de dos operarios a cuarenta. Como solución, muchas empresas deciden contratar trabajadores temporales.
González considera que un SGA es un instrumento muy útil a la hora de guiar a los trabajadores en las diferentes operaciones dentro de los almacenes. Son herramientas intuitivas en las que tan solo son necesarios unos minutos de formación para su uso. De hecho, uno de los objetivos de las compañías que desarrollan estos programas es llegar a un diseño en el que no sea necesario la capacitación previa del empleado.