El potencial "crowd" en las finanzas
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El potencial "crowd" en las finanzas
El potencial "crowd" en las finanzas
Lunes, 12 febrero 2018 | Redacción CEU
La financiación es ese obstáculo contra el que el emprendedor suele tropezar cuando intenta poner en marcha un proyecto. La crisis no ha contribuido a que este escollo sea más fácil de salvar, pero sí a que nuevas ideas se pongan en práctica. Desde hace años, una nueva corriente "crowd" basada en los beneficios de la acción colectiva y la colaboración pretende ofrecer una solución a esta y otras cuestiones. El micromecenzgo se alza ahora como el nuevo héroe de la financiación. No solo ofrece una alternativa a los medios tradicionales, se convierte en una nueva herramienta del sector financiero que abre un nuevo abanico de posibilidades. ¿En qué consiste? ¿Cuáles son los diferentes tipos de financiación colectiva? ¿Cómo ha transformado el escenario financiero este fenómeno "crowd"?
Economía compartida, economía bajo demanda, "gig economy", economía de plataformas, economía circular,,... Son muchos los nombres bajo los que se presenta, aunque cada concepto tiene sus propias particularidades. Es una nueva corriente basada en el poder de la coordinación entre diferentes personas a escala masiva, una tendencia que está cambiando las reglas del juego, en buena parte, gracias al imparable desarrollo de la tecnología digital. Sus promotores son capaces de alcanzar determinados objetivos gracias a la acción directa y sin más intermediarios que las plataformas –y sus administradores–, algo que de otra forma sería difícil, e, incluso, en algunos casos, imposible. El fenómeno "crowd" plantea nuevos retos, también nuevas alternativas.
Con la pequeña ayuda de una multitud
Crowdsourcing, crowdthinking, crowdworking, crowdcreating, crowdbuying,... Todos ellos son términos que designan nuevas prácticas dentro del marco de este germen colaborativo, el conocido como mundo "crowd". Un espacio que ofrece nuevos canales en sectores tradicionales y que con el paso del tiempo crece y se asienta en nuestra sociedad. El mundo de las finanzas, cada vez más transformado por el avance digital y el desembarco FINTECH, también se ve influenciado por esta cultura de la multitud, y, de forma muy particular, por el crowdfunding.
En 1997, el grupo de rock británico Marillion realizó una acción pionera en el mundo, recaudar 60.000 dólares –destinados a sufragar los gastos de su tour en EE. UU.– a través de una acción en la Red. La banda preguntó a sus fans si estarían dispuestos a ayudarles a financiar su gira en Norteamérica. Contra todo pronóstico, la respuesta fue positiva. Esta iniciativa sería recordada como el primer crowdfunding de la historia. Siglos atrás, otras experiencias ya habían puesto de manifiesto el potencial que las propuestas de este tipo podían tener a la hora de obtener la financiación necesaria para llevar a cabo ciertos proyectos. Mozart y Beethoven ofrecían manuscritos o piezas de sus obras a aquellos pequeños mecenas que les ayudasen a financiar sus conciertos y composiciones. La mismísima Estatua de la Libertad logró alzarse gracias a la iniciativa del editor Joseph Pulitzer de escribir en su periódico el nombre de los lectores que donasen dinero para la construcción del pedestal y de ofrecerles réplicas de la estatua en miniatura.
Los diferentes "crowds" financieros
El crowdfunding es una forma de financiación colectiva alternativa a los métodos tradicionales y generalmente impulsada a través de plataformas digitales. Es una herramienta, conocida también como micromecenazgo, que permite a una empresa o particular realizar una aportación económica normalmente pequeña a un proyecto que le interese a través de una donación en la que no espere ningún tipo de retorno, como, por ejemplo, ocurre en el caso de campañas impulsadas por ONGs, o a cambio de una pre-compra o algún tipo de recompensa. Este tipo de iniciativas, además de posibilitar la puesta en marcha de proyectos innovadores, pueden servir como testeo o estudio de mercado para el lanzamiento de un nuevo producto.
Las plataformas que ofrecen este tipo de servicios en Internet son las encargadas de valorar la propuesta, decidir si se publica o no en sus páginas y de establecer o regular el tiempo determinado para conseguir la financiación necesaria para que el proyecto se lleve a cabo. Entre las más conocidas destacan las estadounidenses Kickstarter, que impulsa iniciativas centradas en la creatividad, o Indiegogo, que tiene la particularidad de dar al postulante el dinero recaudado aunque no llegue al objetivo, con la contraparte de tener que hacer frente a las recompensas comprometidas aunque no haya alcanzado la cantidad fijada. En Europa, Ulele es la plataforma que mueve cifras más importantes, con la premisa "todo o nada", ofrece proyectos de carácter muy variado. Verkami y Lánzanos son ejemplos de algunas de las plataformas españolas más conocidas.
Existen dos variantes del crowdfunding que están adquiriendo cada vez mayor presencia en el panorama financiero español y que merecen una mención especial, son el crowdequity y crowdlending. El primero, también conocido como crowdfunding de inversión, se caracteriza por ofrecer a los inversores del proyecto parte del capital de la empresa. Si el proyecto no prospera, los inversores pierden el capital invertido. Los beneficios, bien sean en participaciones de la empresa o un porcentaje de la facturación, se obtienen en función del éxito de la empresa. Esta es una buena opción de financiación para compañías que quieren aumentar su capital o start-ups que quieren empezar su actividad empresarial. CrowdCube es un ejemplo de plataforma que practica el crowdequity, permite a los inversores realizar inversiones en línea sabiendo en todo momento para qué se está utilizando su dinero. Estas iniciativas de crowdfunding tienen que aportar mucha información y datos sobre los proyectos para que los inversores confíen en ellas.
El crowdlending o crowdfunding de préstamo es una alternativa a la financiación bancaria o de cualquier otro tipo de institución financiera basada en el préstamo de capital a través de pequeñas aportaciones colectivas. Las condiciones de este préstamo se acuerdan entre las partes y el dinero se devuelve de forma mensual junto al interés previamente pactado. En comparación con el crowdequity el nivel de riesgo que asume el particular o la empresa es menor, porque el prestamista recibe los pagos acordados en el plazo marcado. Su atractivo para los inversores radica en que puede llegar a ofrecer una rentabilidad mayor que la de los productos bancarios. El crowdlending es apropiado para proyectos que ya tienen una solvencia, ofrecen cierta garantía, pero que no quieren o pueden acceder a préstamos bancarios. Arboribus, Grow.ly y MytripleA son algunos ejemplos de plataformas de este tipo en nuestro país.
La financiación colectiva cada vez tiene mayor peso en España, de hecho, están adquiriendo fuerza como nueva alternativa al negocio inmobiliario. Así lo ponen de manifiesto experiencias como la de Housers. Si te interesa conocer cómo funciona y cuáles son sus particularidades, puedes acceder aquí a la entrevista, realizada por Antonio Díaz-Barceló, director del programa ejecutivo de Gestión del Nuevo Negocio Inmobiliario de CEU IAM, a Álvaro Luna, socio fundador de esta plataforma.
En CEU Institute for Advanced Management te ofrecemos la posibilidad de conocer con mayor profundidad el mundo "crowd" y las finanzas colaborativas. Visita nuestro programa avanzado en Finanzas Digitales FINTECH e infórmate.
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