Lunes, 3 diciembre 2018 | Redacción CEU
La semana pasada estuvo marcada por la visita del presidente chino, Xi Jiping, a España. Esta constituye la primera visita de Estado de un presidente chino al país desde la de Hu Jintao en 2005, en la cual se firmó el convenio de relación preferente entre los dos países. Este encuentro trece años después se ha traducido en una contundente apuesta por la apertura y la lucha contra el proteccionismo. De esta cita oficial han salido una serie de acuerdos de carácter comercial, institucional y cultural. Pero si por algo ha destacado esta visita ha sido por la firma de dos protocolos que permiten la apertura del mercado chino a la uva de mesa y la ampliación de la exportación de carne de porcino al país. Hoy, en CEU IAM Business School, analizamos qué oportunidades brindan estos acuerdos y cuáles son sus claves.
Hasta ahora, la regulación vigente no permitía la exportación de productos cárnicos con menos de 313 días de curación, con hueso o que no estuvieran congelados. En otras palabras, la legislación impedía la exportación de productos como el lomo, el salchichón, el chorizo, la paleta y las emblemáticas y distintivas patas de jamón. España exportaba entonces carne congelada y despojos a China, aunque es preciso decir que estos no contaban con una cobertura legal. En cuanto a los productos procesados, nuestro país exportaba jamón, eso sí, siempre deshuesado. Esto, por lo tanto, repercutía en la pérdida de un gran valor añadido, el corte y degustación. Algo que es muy importante para el consumo óptimo de este producto.
La visita de Xi Jiping ha marcado un antes y un después en relación a la comercialización de la carne de cerdo en China. El pasado miércoles, ambos países firmaban una serie de acuerdos comerciales. Como no podía ser de otra manera, entre ellos destacaba el protocolo de exportación de carne porcina. Su ratificación no solo ha abierto las puertas a una amplia gama de productos que antes estaban vetados, también supone la entrada de uno de nuestros productos insignia en el país: la pata de jamón ibérico. Cabe decir que en 2007, China ya había aceptado la importación de productos porcinos, pero las restricciones sobre la carne de cerdo eran numerosas y estrictas, y esto suponía una barrera comercial apreciable.
La uva de mesa a la mesa china
Esta cita también ha sido clave para otro producto español, la uva de mesa. China y España también han llegado a un acuerdo para fijar los requisitos fitosanitiarios que son necesarios para la exportación de esta fruta. Gracias a este nuevo protocolo, el gigante asiático abrirá las puertas a la importación de la uva de mesa española, con un arancel del 13% y un IVA del 11%. Hasta ahora, España solo exportaba al país asiático cítricos, de acuerdo con un acuerdo suscrito en 2005, y melocotones y ciruelas, gracias a otro protocolo firmado en 2016.
Es importante mencionar que China lidera el ranking mundial de productores de frutas y hortalizas. No obstante, este país también alcanza cifras récord en su consumo. Sus importaciones en fruta no dejan de aumentar año tras año. Estos productos suelen proceder de países cercanos, como los del sudeste asiático. Sin embargo, la gran demanda de frutas ha repercutido en que el país cada vez apueste por mercados más lejanos. Todos estos datos apuntan a que las importaciones tanto de la uva de mesa como de otras frutas seguirán aumentando en el país y que la tendencia actual de consumo no disminuirá.