Lunes, 19 noviembre 2018 | Redacción CEU
El tiempo es un factor determinante cuando se trata de convencer a alguien de algo. Los primeros segundos de una conversación son decisivos a la hora de generar interés. Dudar o titubear cuando se presenta una ocasión extraordinaria puede significar perder una oportunidad de oro. Cuando un emprendedor se cruza de forma fortuita con un inversor potencial, un cliente estratégico o un posible colaborador, dispone de unos segundos cruciales que pueden terminar suponiendo todo un revulsivo en su negocio o su carrera. Estar preparado para este tipo de situaciones supone una gran ventaja competitiva. Pero ¿cómo despertar el interés de un interlocutor en apenas unos segundos? ¿Qué es un "elevator pitch"?
El elevator pitch (también conocido como elevator speech o "discurso de ascensor") es un anglicismo que se utiliza para dar nombre a un discurso muy breve, claro y conciso que sirve de tarjeta de presentación del profesional o de su proyecto ante un interlocutor clave. Este término alude al singular escenario que surge cuando un emprendedor coincide en el ascensor con una persona importante para él. Este breve trayecto constituye una oportunidad única para impulsar un proyecto o mejorar la situación de un profesional. Sin forma de escapar, acorralado en el ascensor, este personaje importante no tiene más remedio -siempre que no se tape los oídos- que escuchar aquello que el profesional en cuestión quiere decir. Encuentros como este pueden producirse en cualquier lugar y momento. Sin embargo, saber explicar en qué consiste un proyecto o quién eres de forma natural y persuasiva y en un periodo tan breve de tiempo no es fácil.
Cuando un emprendedor prepara un elevator pitch tiene que tener en cuenta que esta técnica no persigue como último fin vender, sino convencer, transmitir y generar interés. En apenas unos minutos o segundos, esta persona tiene que ser capaz de transmitir su idea de una forma diferente, que llame la atención y que sea capaz de conquistar al individuo que ha sorprendido en el ascensor –o que encuentra en cualquier otro lugar–. Por supuesto, esta técnica es ideal para proponer una nueva idea de negocio, pero también para encontrar un trabajo o mejorar la posición estratégica de un profesional. Las oportunidades laborales surgen en los lugares más insospechados. Cualquier persona puede ser un potencial empleador, inversor o colaborador. Por ello, preparar un elevator pitch cuando una persona busca trabajo o se encuentra en una fase inicial de un proyecto es una estrategia muy recomendable.