Lunes, 14 octubre 2019 | Redacción CEU
La conectividad es una de las grandes claves del futuro, pues de ella depende el desarrollo de los coches autónomos, las telecomunicaciones, el sector industrial, el campo de la realidad virtual, las ciudades inteligentes o el Internet de las Cosas. Estas son razones más que suficientes para justificar que los operadores móviles de todo el mundo inviertan una media de 160 mil millones de dólares al año en el desarrollo y la actualización de sus redes. Y es que los expertos calculan que esta tecnología tendrá un gran impacto económico en los años venideros. En concreto, 2,2 billones de dólares en los próximos quince años. Sin embargo, a día de hoy, la quinta generación de tecnologías y estándares de comunicaciones inalámbrica es prácticamente inapreciable a ojos del consumidor medio. Si es tan revolucionaria y ya está aquí, ¿por qué no la notamos?
Cuando se habla de 3G, 4G o 5G o de las diferentes generaciones de tecnologías y estándares de comunicación inalámbrica, se está dando nombre al Internet que utilizan los móviles para conectarse a la red. En otras palabras, la tecnología que hace posible que un usuario pueda conectarse desde su teléfono en cualquier lugar y momento. Actualmente, nos encontramos en un periodo de tránsito de la cuarta a la quinta generación. ¿Qué cambia con esto? Se calcula que esta tecnología podría llegar a ser entre 10 y 20 veces más rápida que la actual, algo que, entre otras cosas, hará que sea posible descargar o subir una película HD en segundos.
Si se ha etiquetado como revolucionaria a esta tecnología, se debe en gran parte a que su desarrollo está ligado al de otros avances. El 5G será clave a la hora de llevar Internet a todos los sitios, por ejemplo, a lugares hasta ahora remotos. También permitirá conectar más dispositivos para crear escenarios inteligentes como aquellos que necesita la industria automotriz para la plena implantación del coche autónomo o el sector inmobiliario para el diseño, la construcción y comercialización de los hogares inteligentes. Otra muestra de lo que se puede conseguir con esta tecnología la encontramos en la pasada edición del Mobile World Congress 2019 de Barcelona. En ella, el doctor Antonio de Lacy condujo la primera intervención quirúrgica a distancia y en tiempo real con 5G.
¿Ha llegado o no ha llegado a España el 5G?
Vodafone ha sido la primera operadora de telefonía en comercializar la red 5G en España. La implementación de esta tecnología no está siendo integral, sino gradual. Desde junio, quince ciudades han comenzado a disfrutar de esta nueva red: Madrid, Barcelona, Coruña, Vigo, Gijón, Santander, Bilbao, Vitoria, San Sebastián, Pamplona, Logroño, Zaragoza, Valencia, Sevilla y Málaga. Recientemente, la compañía ha anunciado que llevará el 5G a otras 32 ciudades españolas durante el primer semestre de 2020.
Aunque Vodafone ha implantado el 5G, lo ha hecho solo en uno de sus dos categorías: el 5G NSA (5G Non-Standalone). Esta versión de la quinta generación todavía no es autónoma, es decir, está soportada por la infraestructura actual del 4G. Eso no quiere decir que el 5G de este operador no sea real, sino que es una versión inicial de la tecnología. De hecho, la organización que establece los estándares y protocolos de telefonía móvil, la 3GPP, ha decidido enfocar la transición al 5G en dos fases:
- La 5G NSA (no autónoma) es la fase inicial. En ella, se utiliza una infraestructura 4G para pasar los datos y se realiza la comunicación a través de protocolos 5G. Es una especie de anticipo de lo que vendrá a continuación con el 5G SA.
- La 5G SA (5G Standalone) es la correspondiente a la segunda y última fase. Esta tecnología necesita tanto nuevas infraestructuras como una gran cantidad de hardware. Esta etapa está aún por llegar y, con ella, se desplegará todo el potencial del 5G.
Si muchos usuarios todavía no han probado el 5G NSA es porque para hacerlo necesitan ser clientes de un operador que ofrezca este servicio, tener contratada una tarifa adecuada, disponer de la cobertura pertinente y utilizar un dispositivo que sea compatible con esta tecnología (por ahora disponible en móviles de alta gama). Aquellos que cumplan estos requisitos, pueden beneficiarse de una velocidad superior (entre 5 y 10 veces más rápida que la del 4G), descargas más rápidas, el disfrute de contenidos multimedia de alta calidad, etc. Pero no será hasta la llegada de la versión 5G SA, cuando los usuarios puedan disfrutar de todas las ventajas que ofrece esta tecnología.