Viernes, 15 septiembre 2017 | Redacción CEU
El Banco Central Europeo afronta un nuevo reto, la apreciación del euro. Lo que a simple vista parece una buena señal, la economía se recupera del malestar pos-crisis al que se ha visto sometida durante los últimos años, es también un difícil desafío. El fortalecimiento de la moneda unitaria europea puede cambiar el rumbo del escenario económico actual. ¿Cómo confronta el eurobanco esta situación?¿Qué consecuencias acarrea la apreciación de esta moneda?
La moneda es nuestro patrón del valor. Con ella realizamos intercambios, compramos bienes, realizamos transacciones, atesoramos riqueza y también contraemos deudas. Ella tiene fuerza cancelatoria y ella representa nuestro poder adquisitivo. Nuestro euro no solo refleja el estado de nuestra economía nacional, fija el rumbo de las políticas macroeconómicas. Su vitalidad es un símbolo de recuperación, también la señal del inicio de un cambio. El futuro de las finanzas dependerá, en buena medida, de cómo se gestione su crecimiento.
¿Por qué sube y sube el euro?
Antes de analizar las consecuencias que puede acarrear la robustez del euro, conviene repasar cómo hemos llegado a esta situación y en qué punto nos encontramos. A día de hoy, nuestro euro alcanza máximos de 2015 frente al dólar. La última rueda de prensa del presidente del BCE, Mario Draghi, en la que reinó la prudencia, no hizo más que apuntalar la subida del euro y servirle, incluso, de catalizador. Pero ¿qué principales razones han propiciado el ascenso de la divisa?
Recuperación de la economía de la zona euro
Tras la tempestad, llegó la calma, La política monetaria acomodaticia ha marcado la agenda europea durante los últimos años. Sus resultados son tangibles ahora, con los primeros síntomas de la recuperación. En el segundo trimestre de 2017, el PIB real de la eurozona creció un 0'6%, el primer trimestre un 0'5%. Las proyecciones apuntan a un crecimiento amplio y mantenido en el futuro.
Debilidad del dólar y la libra esterlina
Pocas expectativas de una bajada de impuestos, las consecuencias del huracán Harvey en la subida del precio del crudo, la falta de apoyos para renegociar el techo de la deuda americana, la llegada de Irma a Florida, la escalada de tensión geopolítica con Corea del Norte.,... el dólar no se encuentra en su mejor momento. A su vez, el Brexit y la depreciación de la libra siguen formando un binomio inquebrantable. La incertidumbre sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea y la debilidad del Gobierno de Theresa May han propiciado el descenso de esta divisa.
El empuje de España y Francia
Francia experimenta el mayor periodo de crecimiento económico desde 2011. En España, la economía se recupera y desde 2015 crece a un ritmo más elevado. Estos buenos resultados también contribuyen a la apreciación del euro.