Lunes, 27 enero 2020 | Redacción CEU
Hoy por hoy, uno de los mayores miedos de los profesionales es que en un futuro cercano su trabajo pueda terminar siendo desempeñado por un robot. Llama por ello la atención que precisamente dentro de las empresas nos olvidemos muchas veces de cuidar de una de nuestras principales características, la que nos hace únicos: la capacidad de emocionarnos. Esto no se hace de otra manera más que manteniendo una fuerte apuesta por las habilidades blandas. En concreto, cuando hablamos de emociones en el trabajo, la empatía y la comunicación resultan especialmente importantes. La forma en que nos relacionamos, nuestra capacidad para ponernos en la piel del otro, nuestro lenguaje gestual y verbal, así como lo que decimos y lo que callamos son tan importantes en el trabajo como nuestras capacidades técnicas. Por ello, hoy, en el Blog de CEU IAM, queremos poner el foco en un aspecto clave dentro de la comunicación: el retorno o "feedback". ¿Por qué es importante ofrecerlo y recibirlo?
Un líder ético no se limita a dar órdenes, en su lugar delega. Como hemos mencionado en otras ocasiones, delegando es como el líder aprende a compartir responsabilidades, pero no es la única fórmula que tiene este para involucrar, guiar y motivar a los empleados. También contribuyen a este objetivo algunas acciones como compartir sensaciones, impresiones, ideas, sugerencias y opiniones. De hecho, el silencio es uno de los peores mensajes que puede enviar un jefe a sus empleados. Cuando el jefe calla, los trabajadores se quedan sin ningún tipo de referencia. No saben si están desempeñando un buen o mal trabajo, si hay algo en lo que pueden mejorar, si están cumpliendo los objetivos de la empresa, etc. Tampoco tienen idea de qué expectativas laborales pueden albergar. Pensar que un empleado solo debe conocer los pormenores de la tarea que le ha sido asignada es un enfoque reduccionista del trabajo.
¿Qué es exactamente el "feedback"?
"Feedback" es un término prestado del inglés y formado por las palabras "feed" (alimentar) y "back" (retorno o regreso). En el mundo laboral, este término sirve para dar nombre a la respuesta o reacción que nos ayuda a medir el nivel de satisfacción de nuestro receptor que, en este caso, puede ser un cliente, un compañero o un jefe. Un ejemplo: <<La semana pasada lanzamos un producto nuevo y estamos recibiendo un "feedback" muy positivo por parte de los clientes>>. Por supuesto, la respuesta del público es clave para un negocio que trabaja principalmente de cara al consumidor (B2C), pero en cualquier empresa el cuidado de la relación superior-subordinado es también fundamental. Cuanta más información tenga un profesional sobre el desempeño de su trabajo, más productivo podrá ser y más confianza tendrá en la persona que le está ofreciendo esta. Por otro lado, un jefe no podrá llamarse a sí mismo líder, si no ofrece un feedback adecuado a sus empleados, pues no los estará guiando apropiadamente.
Cuando utilizamos este término, nos estamos refiriendo a una especie de crítica y como tal puede tener dos sentidos: positivo o negativo. Ambos pueden resultar útiles para contribuir a la mejora del rendimiento. No obstante, siempre hay que tener en cuenta que en este tipo de comunicación entran en juego las emociones, por lo que será muy importante mantener un enfoque adecuado:
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Feedback positivo
Como su nombre indica, el feedback positivo es aquel que se centra en los aspectos positivos del trabajo: una buena conducta, el cumplimiento de un objetivo, una actitud proactiva, etc. Se trata de un tipo de reconocimiento que tiene un fuerte en impacto en el profesional, sobre todo cuando esta valoración se ofrece en público. Este tipo de retorno ayuda al profesional a crecer, a aumentar su nivel de confianza y a reafirmarse. A su vez, con él, el líder fija la dirección hacia la que quiere avanzar, orienta al resto de profesionales, mejora su rendimiento y aumenta su nivel de motivación. El feedback es una especie de brújula que ayuda al líder a fijar el rumbo a seguir. Es su norte.
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Feedback negativo
¿Debe un líder compartir siempre lo que piensa con su equipo? Siempre que la valoración sea constructiva, esté relacionada con el trabajo y pueda ayudar a crecer al empleado, sí. Los profesionales no siempre desempeñan un buen trabajo y es labor del líder revertir esa situación. En este caso, una valoración pública puede tener un impacto muy negativo, por lo que es recomendable escoger el momento oportuno para comunicar esta información y no ofrecer este tipo de feedback de forma improvisada e impulsiva. Es importante subrayar que el enfoque debe ser siempre constructivo. El objetivo es modificar un comportamiento, una actitud o una mala ejecución del trabajo, no castigarlo. Es aquí donde la empatía juega también un papel fundamental.