Lunes, 1 julio 2019 | Redacción CEU
Hace unas semanas, fuimos testigos del trato vejatorio que recibía un robot mensajero cuando era sometido a pruebas para comprobar hasta qué punto era capaz de continuar su misión en situaciones extremas. Los operarios responsables de esta tarea, animados por la idea de que los robots ni sienten ni padecen, no mostraron piedad: le propinaron patadas, le golpearon con diferentes objetos, lanzaron balones contra él,... La grabación, como era de esperar, se hizo viral. Sin embargo, poco tiempo después, una versión extendida del vídeo apareció. En ella, podíamos ver cómo el robot, cansado del trato recibido, se tomaba la revancha. La grabación revelaba que todo era un montaje. Era tarde, muchos usuarios ya habían caído en la trampa. ¿Por qué lo creyeron? Entre otras razones, porque, desde hace tiempo, las grandes firmas tecnológicas están trabajando en el diseño de robots que sean capaces de satisfacer las exigencias del nuevo modelo de comercio electrónico. ¿Sabemos quiénes son estos autómatas? Para que nadie vuelva a picar, hoy, en nuestro artículo del blog, ofrecemos un resumen de los principales robots mensajeros del mercado.
No descansan, no cobran, no duermen y, sin embargo, no se quejan. Los robots parecen los perfectos empleados, pero ¿hasta qué punto nos pueden imitar? De lo que sí estamos seguros es de que carecen de empatía y creatividad, porque, aunque la inteligencia artificial ayude a que cada vez parezcan más humanos, en esto aún no nos pueden reemplazar. Por otro lado, son muchas las preguntas que nos llevan a hacernos: ¿Trabajarán para nosotros o más bien nos dejarán sin trabajo? ¿Qué tareas serán capaces de desempeñar? ¿Hasta qué punto mejorarán nuestra vida? Son cuestiones que todavía no estamos preparados para responder. En todo caso, está claro que en las próximas décadas asistiremos a una transformación profunda de nuestro entorno y los robots ocuparán un papel fundamental en ella.
¿Quiénes son los robots mensajeros?
El vertiginoso avance tecnológico consigue que lo que ayer era imposible, hoy no nos sorprenda. Por ejemplo, en países como Reino Unido, Estados Unidos o Estonia los robots mensajeros ya realizan sus primeros repartos. Nos referimos a los robots de la empresa Starship que más que androides parecen “cajas rodantes autónomas”. Estos robots pueden transportar entre 10 y 20 kilos, cubren un radio de seis kilómetros y funcionan con una batería eléctrica. Los usuarios solicitan este servicio de reparto a través de una aplicación. Cuando los robots reciben las órdenes, se dirigen al comercio y el dependiente introduce en ellos los pedidos. Los robots son capaces de interpretar el espacio y llegar los lugares de destino. A su vez, son monitoreados por el personal que, en caso de ser preciso, puede llegar a tomar su control.
Una de las compañías que siempre ha apostado fuerte por esta tecnología ha sido Amazon. Su primera y más popular propuesta se basaba en un sistema de drones mensajeros. Se trata de un proyecto que aún sigue en marcha –de hecho, Amazon acaba de presentar un nuevo modelo de dron– pero que todavía no ha logrado despegar debido a cuestiones logísticas y regulatorias. No obstante, este no es el único diseño con el que la compañía piensa solucionar el problema de la última milla. La firma está probando su modelo Scout en Washington. Se trata de un robot mensajero con un diseño similar al de Starship –una especie de caja rodante–. Por el momento, estos robots van acompañados por supervisores humanos que se encargan de verificar su buen funcionamiento.