Lunes, 3 febrero 2020 | Redacción CEU
Hacemos uso de las redes sociales como parte de nuestra rutina diaria. Mantenemos conversaciones con nuestros seres queridos en WhatsApp, encontramos a un antiguo compañero del colegio en Facebook, nos enteramos de cuál es el tema de moda en Twitter o comprobamos cuál es la nueva propuesta de nuestros ídolos en Instagram. Todo ello lo hacemos de forma fácil y cómoda, con una simple búsqueda en Internet. Estos entornos virtuales están cambiando la forma en que nos comunicamos, pero también la forma en que vemos el mundo. Es tal su trascendencia que ninguna esfera social o profesional puede mantenerse al margen ante el avance de las redes sociales. Esta es una de las razones por las que, en ocasiones, las fronteras resultan fáciles de traspasar. Un ejemplo reciente: el caso de las recomendaciones de medicamentos por parte de algunos influenciadores.
El avance desorbitado de las redes sociales en los últimos años ha trastocado buena parte de los paradigmas establecidos. En concreto, el sector publicitario ha experimentado uno de los cambios más profundos relacionados con este imparable impulso. El mundo de la mercadotecnia se ha visto obligado a reinventarse a sí mismo, para de esa forma lograr conectar con un público que dedica gran parte de su tiempo a navegar en plataformas sociales digitales. Una de las nuevas estrategias que ha encontrado el sector para hacer frente a esta nueva realidad es la contratación de influencers. Estas celebridades virtuales cuentan, por norma general, con un nutrido número de seguidores, con los que congenian y se comunican de forma natural. Estos personajes sirven, por tanto, como un medio ideal para que las marcas puedan lanzar menajes efectivos, promocionar sus productos y lograr así alcanzar a su público soñado.
El secreto de su poder de atracción se debe principalmente a la proximidad y naturalidad que les caracteriza. No obstante, algunas veces, ese puede ser precisamente su talón de Aquiles. Naturalmente, los influenciadores no se dedican constantemente a anunciar productos, pues si lo hicieran perderían esa frescura que les hace únicos y, en consecuencia, también a sus seguidores. Gran parte de su actividad se centra en explicar o hacer visible su estilo de vida y en servir como referentes en cualquiera que sea su campo (maquillaje, moda, arte, libros, etc.). Eso los lleva con cierta frecuencia a posicionarse sobre ciertos temas o a lanzar algún tipo de recomendación. El problema: ambas acciones pueden traer consigo negativas consecuencias.
Los influenciadores recomiendan…
Hace unos meses, el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos alertaba del posible impacto en la salud que podían tener algunas recomendaciones sobre fármacos ofrecidas por influenciadores a sus seguidores. Lo hacía después de detectar como crecía la demanda de una marca concreta de toallitas en las farmacias españolas tras ser recomendada en vídeos de algunos influencers. En este caso en concreto, el medicamento era un antibiótico que requería una receta médica para su expedición, por lo que su publicidad está estrictamente prohibida.
A raíz de este tema, y también de la aparición de algunas páginas web de venta de medicamentos y productos sanitarios que ofrecen a los ciudadanos asesoramiento online sobre tratamiento, en noviembre del pasado año, los Consejos Oficiales de Médicos, Farmacéuticos y Dentistas difundieron un comunicado conjunto. En él, recogían que los únicos profesionales facultados para recetar fármacos y productos sanitarios sujetos a prescripción son los propios médicos, odontólogos y podólogos. Incidían en el hecho de que los farmacéuticos son los "únicos competentes para su dispensación informada", siempre previa presentación por parte del paciente de la receta correspondiente. A su vez, también recordaban que estos últimos debían hacerlo: "velando por el cumplimiento de las pautas establecidas por el facultativo responsable del paciente en la prescripción y cooperando en el seguimiento del tratamiento a través de los procedimientos de atención farmacéutica".