Lunes, 11 noviembre 2019 | Redacción CEU
Los fabricantes de automóviles son conscientes de que el futuro de la industria pasa necesariamente por ser eléctrico, inteligente y sostenible. Para conseguir alcanzar esta meta, la movilidad urbana debe afrontar una transformación radical. Como consecuencia de este proceso de reinvención, los coches podrían acabar perdiendo definitivamente su hegemonía frente a otros medios y modelos de transporte en las ciudades. Ante este escenario, las firmas automovilísticas se están viendo obligadas a buscar nuevas fórmulas de negocio que les hagan encajar dentro de esta nueva concepción del mundo sobre ruedas. Firmas como Seat están abriendo un nuevo camino, y eso se materializa en su nueva estrategia. El objetivo de la marca de Martorell es claro: convertirse en la filial líder de Volkswagen en materia de micromovilidad urbana. Su última idea, apostar por las motocicletas.
Seat hizo público recientemente el acuerdo de colaboración que alcanzó con Silence, una empresa de movilidad urbana afincada en Molins de Rei (Barcelona), con el fin de comercializar sus motocicletas 100% eléctricas. Ahora, la compañía va un paso más allá y anuncia que en 2020 lanzará su primer modelo de moto eléctrica baja su marca. Se trata de un vehículo sostenible con la misma potencia y prestaciones que una motocicleta de gasolina de 125 centímetros cúbicos y que, por tanto, se espera que pueda ser manejada por conductores que dispongan tanto del permiso A1 como del permiso B y tres años de experiencia.
La firma de Martorell no presentará su nuevo modelo hasta el próximo 19 de noviembre en el Smart City Expo World Congress de Barcelona, por lo que apenas se conocen detalles de la motocicleta que desarrollará junto con el fabricante barcelonés Silence. En concreto, solo ha trascendido un render de la parte trasera del vehículo. Esto hace pensar, como puntualiza un artículo de Motorpasión, que el vehículo podrá inspirarse en la mecánica del modelo Silence S01. De ser así, el vehículo probablemente cuente con un motor integrado en la rueda trasera con una potencia nominal de 7 kW, con picos de 11kw, y disponga de una batería de iones de litio, extraíble, con 5,5 kWh de capacidad.
La apuesta urbana de Seat
Lo que sí pone en evidencia Seat con esta noticia es que, tal y como sostuvo en la última edición del Mobile World Congress, la firma tiene el firme propósito de posicionarse como la punta de lanza de la micromovilidad del Grupo Volkswagen. Dentro de esta estrategia, se pueden apreciar propuestas como la del Seat Minimó, un pequeño vehículo de 2,5 metros de largo y 1,24 metros de ancho, con un motor eléctrico que cuenta con un sistema de "battery swap" y una autonomía de 100 kilómetros. Esta especie de híbrido entre coche y motocicleta ha tenido en cuenta en su diseño la adaptación a las plataformas de movilidad que marcarán el futuro de la circulación en las ciudades.
La compañía confía en el creciente interés de los españoles por nuevos modelos como el carsharing, por ello ha querido entrar en el sector de la mano de una firma con experiencia en este campo. En 2018, Seat adquirió la compañía Respiro, un operador de coche compartido que ofrece este tipo de servicios en Madrid desde 2010. Esta acción sirvió como una primera incursión de la compañía en este segmento de la movilidad. La firma sigue trabajando actualmente en esta dirección. Por ejemplo, este año, la filial de Volkswagen abrió su negocio de carsharing a los concesionarios. Hasta entonces, los usuarios solo podían acceder a los coches de su plataforma de coches compartidos desde párquines repartidos en las ciudades.