Lunes, 3 junio 2019 | Redacción CEU
El “mobbing” es un fenómeno que huye de la exposición pública y, cuando no lo hace, se resguarda bajo el paraguas de la normalidad. No siempre se presenta con las mismas condiciones y eso hace que muchas veces resulte aún más difícil de identificar. Sin embargo, su misión no cambia, siempre es la misma: intimidar, amedrentar, apocar, empequeñecer y desprestigiar al acosado. Se trata de un problema que no tiene género ni jerarquía, pero sí emplazamiento fijo: el centro de trabajo. En consecuencia, las compañías no deben mirar a otro lado cuando sospechan que se está produciendo un posible caso de hostigamiento laboral. Su responsabilidad no solo es legal, sino ética.
El mobbing –también conocido por otros términos como hostigamiento laboral, acoso laboral o maltrato psicológico en el trabajo– se presenta siempre bajo una conducta abusiva que utiliza como arma la violencia psicológica. Este tipo de hostigamiento, que se produce de forma reiterada, atenta contra la salud mental e incluso física del acosado y tiene un efecto perjudicial en su actividad laboral. Aunque el problema surge a partir de la voluntad de uno o varios trabajadores, este fenómeno suele adoptar siempre la fórmula del "todos contra uno". En otras palabras, la víctima termina siendo socialmente aislada y desprestigiada.
Es difícil determinar qué puede llevar a un acosador a iniciar y mantener una situación de abuso en el ámbito de trabajo, si bien sí se percibe que la raíz del acoso puede estar en la diferencia (de valores, características, enfoques, talento,...). Los estereotipos y las distintas percepciones también juegan un papel clave en este escenario. Es el caso, por ejemplo, de un grupo de trabajadores que considera que un empleado recién llegado, solo por el hecho de serlo, no estará a la altura del puesto para el que ha sido contratado. El objetivo último que persigue este tipo de acoso suele ser el abandono de la empresa por parte de la víctima. De esa forma, deja de resultar molesta o de suponer una amenaza para el acosador.
La empresa contra el "mobbing"
En los casos de mobbing, la gestión de la empresa también juega un papel determinante. Por un lado, la inacción de la organización puede influir en que una situación se agrave o en que se produzcan nuevos casos de acoso laboral. Por otro, si la empresa no toma las medidas pertinentes para prevenir este tipo de conductas, está subestimando de alguna forma sus efectos. La tolerancia de comportamientos poco éticos dentro de las organizaciones es una forma más de alentar a los acosadores.
Un caso de mobbing es una señal evidente de un problema ético. La redacción de un código ético no es por sí misma suficiente. Para que funcione, es necesario poner en práctica lo escrito y estar dispuesto a actuar cuando es necesario. La ética se debe trabajar todos los días desde las diferentes dimensiones de la actividad empresarial, pues solo de esa forma se hace permeable y se traslada al día a día de la organización. En primer lugar, una empresa que quiera combatir el mobbing debe adoptar un enfoque preventivo que esté basado en la evaluación de los riesgos psicosociales de la organización, la educación de los empleados y el establecimiento de unos protocolos internos contra el acoso. Asimismo, cuanto más abierta sea la comunicación entre los diferentes departamentos y puestos jerárquicos, más fácil será identificar un posible caso de acoso.
Las empresas tienen que ser capaces de reaccionar de forma adecuada ante un caso de mobbing. Cuando una compañía recibe un aviso o detecta un comportamiento inadecuado debe tomar medidas cautelares y hacer todo lo posible por evitar que este tipo de conductas puedan continuar. Es importante tener en cuenta en estos casos –sin dejar de lado la presunción de inocencia del acusado–, que la víctima en ningún caso debe ser doblemente castigada. Muchas veces, las compañías resuelven trasladar a la víctima a otro departamento, por lo que vuelven a ser aisladas y desplazadas por segunda vez. La labor de la compañía no acaba en esas medidas cautelares, debe iniciar una investigación interna para conocer el caso en profundidad y tomar una decisión en base a ella.