Lunes, 15 abril 2019 | Redacción CEU
Que Xiaomi apueste por el mercado del automóvil parece confirmar algo que, aunque no es nuevo, es muy significativo: las marcas tecnológicas quieren tener un papel determinante en el futuro del mundo del motor. Con esta aventura, el gigante chino de los teléfonos inteligentes se suma al interés de otras grandes firmas como Apple o Google, y lo hace además con un coche que no es completamente nuevo. ¿Por qué la marca ha decido entrar en el mundo de la automoción con un vehículo ya conocido? ¿Por qué ha llegado a la conclusión de que entrar en este sector es una buena idea?
La marca asiática dedicada principalmente al diseño, desarrollo y venta de smartphones dio a conocer tan solo hace unos días el futuro lanzamiento de un coche propio en Weibo, una popular plataforma social china. Desde entonces son pocos los detalles que se han podido conocer sobre su primer automóvil. Sí que ha trascendido que será un SUV que tomará como base el ya conocido Betsune T77 y que será lanzado al mercado bajo el logotipo de Redmi. Los especialistas parecen estar de acuerdo en cuál será su precio. Costará algo menos de 12.000 euros, pudiendo subir esa cifra hasta los 18.000 euros en función de los diferentes niveles de equipamiento del vehículo. Por supuesto, aunque este es el precio de partida, el importe podrá variar en relación a cómo sea el diseño definitivo de Xiaomi.
El gigante del mundo móvil llevará a cabo importantes modificaciones en el Betsune T77. Eso no quiere decir que no sea posible hacerse una idea del aspecto que tendrá este vehículo a partir de las propias particularidades del modelo que ya fue presentado en el último Salón del Automóvil de Pekin: un todocamino de cinco plazas con un motor de gasolina de 142 CV, una caja de cambios manual de seis marchas, un peso de 1.455 kilos y unas dimensiones de cerca de 4,5 metros de longitud, 1,8 metros de anchura y 1,6 metros de altura.
¿Por qué quiere Xiaomi tener su propio coche?
La firma también realizará algunos cambios en el diseño estético del vehículo. Lógicamente, Xiaomi quiere que su coche sea identificable y diferente. No obstante, es en la tecnología integrada del coche donde con mayor fuerza se espera que la marca trabaje. El cuarto fabricante mundial de teléfonos móviles utilizará con gran probabilidad el sistema operativo MIUI y pondrá especial énfasis en el entretenimiento a bordo y la conectividad. De hecho, algunas voces apuntan a que el diseño final de este todocamino podría incluir un asistente virtual holográfico.
Xiaomi es un gigante de la telefonía móvil, pero también es una firma muy versátil. Entre algunos de los productos que comercializa se encuentran zapatillas, gafas, maletas, bombillas, aspiradoras y patinetes eléctricos. Sin embargo, su apuesta por el mundo del automóvil no se debe a un razonamiento simple o improvisado. La relación entre marcas tecnológicas y compañías automovilísticas es cada vez más estrecha. Las reglas del juego en el mundo del motor están cambiando.
Este es precisamente uno de los sectores donde los consumidores tienen puestas las expectativas más altas: conducción sin conductor, optimización de alternativas de ocio a bordo, integración de nuevas tecnologías, etc. La industria, consciente de la necesidad de cambio, ha fijado unos horizontes futuristas, y ahora para llevarlos a la realidad debe invertir fuertemente en innovación y tecnología. Todo apunta a que Xiaomi no quiere dejar pasar esta oportunidad y pretende vivir esta transformación del sector en primera persona.